Tus huellas duermen con un ojo abierto
en la noche limpia,
regresan tus pupilas brillan con el brillo de mis huesos
,tarde impía,
como oasis en pleno desierto el agua te quema resbala por dentro
por tu vientre fácil mis letras
en tu estrado
en caza y sin presa soy solo un hombre en casa y sin reservas
a un centimetro de un crater y su hirviente lava
escribiendole cartas
a tu guerra sin heridas y sin brecha,
a tu corazón infiel
con manchas, en tu blusa, de cerveza.
Tus pulmones respiran luces y fiestas,
tu jardín crece con las excusas que derramas
y el silencio me susurra por estas calles pintadas de huecos,
es tu corazón hambriento semejante a un león en destierro
rasgando con su nariz la blanca arena.
Mi espíritu suda con tu sombra sorpresa
con un objeto en mi izquierda sos objeto de mis monedas
con harapos te sigo en el piso estudiado de mis miedos
Parece este mi sudor más pesado que el mismo universo
en la algarabía de tus presas
me hago mesías de tu relevo
para humedecer tu frente con el beso de mi traición
con el abrazo de mi venganza
llorarás con mi oración.
Con mi puño retribuyo al ciego en la acera
y se libró en la hecatombe la sed que saciaba mis rezos
la furia ácida en tu abecedario se esfumó con el viento
y no me importa que el ruin impulso de mi metálica tormenta
labre un camino, en la tarde, de lirios y besos.
Te condenó el resplandor con gritos de libertad
a los vecinos despertó el alàrido de mis dedos
fusioné mi amor rojo contigo
goteando invencible humanidad y algunos miedos
rasgué la venganza que habías tejido para mí
en mi nacimiento me he vuelto calabozo roído
sin ventana, con vista al mar
los barrotes manchan mis nudillos
la pared ya tiene algunos acertijos y
el gatillo irreversible de mi mente
se ha vuelto sin pena en mi sonrisa demente
que acerca penas en una cornisa solitaria
sin puertas en un país sin capital
brindando en el asfalto párrafos solidarios en pena capital.
El suelo tibio te hizo presa de mi sociedad
te fallé, tus heridas no pude lamer
en los brazos aún sostengo tu piedad de cristal
disuelto como un fantasma tu alborozo ya no aclama la tierra que amas
con calidad de madre, de lágrimas
el dolor me ha hecho prefecto
del camino, de un verdugo
mi cuello pronto ha de adornar su tambaleante collar perfecto
y tus ojos aún no lo saben.
Mis palmas dividen al viento como alas
se rinden
como un insecto que amasa un vuelo
hacia tierras de amor selecto
mis pisadas pisan la ideologìa que es un hueco
donde no insufla tu chispear ahì llega su extremo
donde brille el mar tibio y sereno
mientras mis oraciones se pierden en el horizonte
sin antorcha y garrotes que enciendan verdadera libertad
furtivo como un águila
atravesando globos blancos en el cielo pleno
buscando en una estrella azul en tus ojos planos el alma de tu regreso.